Es bien sabido que las Trufas son difíciles de encontrar y bastante caras. Pero lo cierto es que son un verdadero capricho de la naturaleza. Son salvajes, misteriosas y altamente codiciadas. Crecen y viven en el subsuelo desarrollando un aroma único para ser encontradas, aunque no cualquiera es apto para la misión.

Escoger las mejores Trufas tampoco es tarea fácil. Las trufas visualmente atractivas no necesariamente son las mejores. Algunas tienen cuellos largos, formas irregulares o parecieran torcidas. La razón de estas formas tan variadas está en el suelo del que provienen. Así que lo que separa una buena Trufa de una mala es indiscutiblemente su madurez y aroma.

En esencia es un alimento noble y, por tanto, debe ser usado únicamente con productos de alta calidad evitando maridajes de mal gusto. Si reflexionas, no se come Trufa todos los días, y aún en algo tan sencillo como huevos revueltos con trufa, lo que comas hará de esa ocasión un evento especial. Así que conseguir los mejores ingredientes que puedas encontrar para acompañar con Trufas también es parte del ritual.